Informe de la OIT muestra un desajuste entre oferta y demanda de cualificaciones en Europa

Informe de la OIT muestra un desajuste entre oferta y demanda de cualificaciones en Europa

Un nuevo estudio de la OIT insta a los gobiernos y a los interlocutores sociales de Europa a proporcionar a los trabajadores las competencias que correspondan a las solicitadas por los empleadores

Entre 25 y 45 por ciento de los trabajadores de Europa o bien están sobrecualificados o desempeñan trabajos que requieren un nivel de cualificaciones superior al que poseen, dando lugar a un desajuste considerable entre la oferta y la demanda en el mercado laboral, señala un nuevo informe de la OIT.

El estudio, que abarca a 24 países europeos, muestra que la falta de correspondencia entre las calificaciones que poseen los trabajadores y las que son necesarias para su trabajo es una característica generalizada en Europa, si bien hay marcadas diferencias entre un país y otro.

En nueve países europeos*, más de 25 por ciento de los trabajadores tiene un nivel de cualificaciones insuficiente. En Portugal, hasta más de la mitad de los trabajadores se encuentra en esta categoría.

En 2012, el porcentaje de trabajadores sobrecualificados oscilaba entre 10 y 20 por ciento del total de los trabajadores en la mayoría de los países para los cuales se dispone de datos, pero había grandes variaciones entre los países. Mientras que menos de 6 por ciento de los trabajadores de los Países Bajos, Polonia y Portugal están sobrecualificados, su número supera el 20 por ciento en Chipre y Rusia.

Entre 2002 y 2012, en la mayoría de los países la sobrecualificación incrementó, mientras que la insuficiencia de calificaciones disminuyó.

La proporción de trabajadores sobrecualificados aumentó en 3,6 puntos porcentuales entre 2002 y 2012, lo cual en parte refleja el impacto de la crisis económica mundial. Sólo cuatro países – Irlanda, Israel, Polonia y Eslovenia – registraron una tendencia descendiente en la sobrecualificación. Durante el mismo período, la proporción de trabajadores con bajo nivel de cualificaciones disminuyó de casi 9 puntos porcentuales.

Entre los trabajadores sobrecualificados, las mujeres y los jóvenes representan un porcentaje excesivamente alto. El estudio atribuye esta situación a diversos factores, como las presiones sobre las mujeres para conciliar el trabajo y la vida familiar, una mayor representación de las mujeres en los empleos atípicos y una posible discriminación en el trabajo.

La relativa proporción elevada de los jóvenes en empleos atípicos también explica porque están menos afectados por el bajo nivel de calificaciones y, con mayor frecuencia, están sobrecualificados para el trabajo que los trabajadores adultos.

Proveer a los trabajadores con competencias no es suficiente para mejorar sus resultados en el mercado laboral si esas competencias no corresponden con las que los empleadores necesitan. El estudio exhorta a los gobiernos y a los interlocutores sociales a instaurar servicios de colocación eficientes y a ofrecer oportunidades de formación, y a fortalecer los vínculos entre los sistemas de educación y formación y el mundo del trabajo”, concluyó Theo Sparreboom, coautor del informe de la OIT.

Según el experto de la OIT, los sistemas de aprendizaje de calidad para los jóvenes que combinan la formación en las aulas y en el lugar de trabajo son parte de la solución. Estos sistemas precisan de un diálogo social entre gobiernos e interlocutores sociales que funcione adecuadamente, acuerdos públicos-privados para compartir los costos y servicios de empleo eficientes.

Además, la innovación tecnológica alimenta directamente la demanda de competencias en los mercados laborales. Los niveles de educación elevados son sólo parte de la solución, y la formación permanente se está convirtiendo en una necesidad. En muchos países, son necesarias reformas a los sistemas de formación y educación para hacer que el aprendizaje permanente para todos sea una realidad.

* Bélgica, España, Islandia, Kosovo, Países Bajos, Polonia, Portugal, Suiza y el Reino Unido.

OIT.-NOTA DE PRENSA