10 cosas que puede hacer el departamento de Recursos Humanos para que los trabajadores sean felices en su trabajo

No preguntes qué pueden hacer los de Recursos Humanos, tus jefes o compañeros, para que seas feliz en el trabajo; pregúntate primero qué puedes hacer tú para buscar tu felicidad. Cambiar un entorno de trabajo hostil por uno ideal es un camino que empieza dando un primer paso, por lo que todas las pequeñas acciones encaminadas a conseguir un buen ambiente de trabajo te acercaran más a ese objetivo ideal, mientras que, por el contrario, las actitudes negativas te alejaran de él.

Ponerse el objetivo de la mejora continua: todos los días una mejora, aunque sea pequeña (a veces una sonrisa, saludar a los compañeros, llevar unos pastelitos a la oficina para celebrar el cumpleaños…), suma y ayuda; mientras que la acumulación de actitudes negativas puede convertir el lugar de trabajo en una «zona de guerra».

El círculo de la preocupación y el círculo de la influencia

Stephen Covey, en su libro Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, nos habla de estos círculos, que, además de con la eficiencia, están relacionados con la felicidad. En el círculo de preocupación se encuentran todas las cosas que nos inquietan en la vida, algunas sobre las cuales tenemos capacidad para actuar o influir y otras que no se encuentran en nuestra área de influencia, como por ejemplo la lacra del terrorismo, las guerras, o los desastres naturales. Dentro del círculo de la preocupación podemos trazar uno más pequeño, el círculo de influencia, donde se encuentran todas aquellas cosas que nos preocupan y sobre las cuales tenemos la capacidad de influir, como por ejemplo, la relación con los compañeros del trabajo.

Las personas proactivas centran siempre sus esfuerzos en el círculo de influencia, se dedican a construir, se marcan objetivos de mejoras, centrándose en las cosas sobre las que pueden actuar, las que dependen de ellos, las que se encuentran dentro de su círculo de influencia, de manera que consiguen ampliarlo.

Pero en el otro extremo se sitúan las personas tóxicas, reactivas y grises, que centran sus  esfuerzos en buscar los defectos de los demás, obviamente están insatisfechas con su trabajo, atribuyendo la causa de su desgracia a sus compañeros, jefes, clientes, proveedores,... Centran sus energías en aquello sobre lo que no tienen control, su energía es negativa y reactiva, desatendiendo y haciendo que se «encoja» su círculo de influencia.

¿Qué puede hacer el departamento de Recursos Humanos para ayudar a los trabajadores a ser felices?

Lo primero que tenemos que preguntarnos es si la búsqueda de la felicidad de los trabajadores se encuentra dentro de los múltiples objetivos de los departamentos de Recursos Humanos. El principal objetivo del departamento de Recursos Humanos es contribuir al éxito de la empresa, para lo cual tiene que seleccionar, sustituir, desarrollar y retener los Recursos Humanos de la misma, manteniendo un equipo cualificado y motivado que esté alineado con los objetivos de la organización, algo que difícilmente logrará si los trabajadores de la empresa no son felices en su trabajo, por lo que buscar un ambiente de desarrollo y satisfacción de los trabajadores, que les permita progresar en función de sus méritos, aptitudes y habilidades es, o debiera ser, uno de los objetivos de los departamentos de Recursos Humanos.

Los departamentos de Recursos Humanos, para buscar la felicidad de los trabajadores pueden hacer lo siguiente:

  1. Desarrollar un entorno de trabajo agradable en el que los trabajadores se sientan cómodos, ya que si, por ejemplo, pasan exceso de frio o calor en su puesto de trabajo estarán incómodos e insatisfechos con la empresa, si está en la mano de ésta evitarlo. No obstante, hay trabajos al aire libre en que esto es más difícil de evitar, pero siempre se pueden mitigar sus efectos, con cosas tan simples como poner a disposición de los empleados bebidas frescas en verano, o calientes en invierno.
  2. Hacer sentir al trabajador que su presencia y su labor en la empresa es importante; si está en la empresa será porque es necesario. Por ejemplo, imaginemos que el director general de una gran empresa siempre se cruza con un empleado del servicio de limpieza a la misma hora, cosas tan simples como enterarse de cómo se llama y darle los buenos días dirigiéndose a él por su nombre o felicitarle el día de su cumpleaños harán que el trabajador se encuentre más motivado.
  3. Incentivar por los logros conseguidos, bien sea a través de reconocimientos verbales, por escrito, complementos salariales, un permiso retribuido, etc.
  4. Facilitar el estudio y el desarrollo profesional de los trabajadores. En este sentido, se pueden conceder becas, o utilizar los fondos de la fundación tripartita para la formación de los trabajadores (FUNDAE). Pagarle un Máster a un trabajador, además de mejorar su cualificación, mejorará su motivación e identificación con la empresa, además es un buen primer paso para formar a trabajadores con potencial para ascender.
  5. Desarrollar la promoción interna, siempre que sea posible, ya que si los trabajadores ven que, hagan lo que hagan, los jefes siempre son contratados de fuera, su motivación decaerá. En cualquier caso, este es un tema delicado y en ocasiones, si el ascenso de un trabajador puede generar conflictos internos, puede ser mejor recurrir a la contratación externa.
  6. Procurar ubicar a los empleados en funciones afines a sus aptitudes, habilidades, formación y experiencia.
  7. Desarrollar y facilitar los canales de comunicación de la empresa a todos los niveles. En relación con la comunicación, nunca se debe de engañar a los trabajadores y, si por algún motivo, una promesa no se puede cumplir, es muy importante explicar muy bien los motivos y ofrecer algún tipo de compensación para intentar minorar la frustración que puede generar en los trabajadores el verse engañados.
  8. Felicitar en público y reprender en privado. Nada hay más desmotivador que le aireen a uno sus errores delante de los compañeros, sin embargo el reconocimiento de los éxitos delante de los compañeros suele ser motivador.
  9. Facilitar la conciliación de la vida laboral y la personal de los trabajadores.
  10. Impedir la incorporación de trabajadores tóxicos a la organización y, si ya se encuentran dentro, detectarlos, ayudarlos a reconducir su actitud, tanto por el bien común como por el suyo propio, y en caso de que esto no fuera posible, prescindir de ellos.

Un trabajador feliz en su trabajo siempre hablará bien de su empresa, tanto mientras esté en ella como si la abandona por el motivo que sea. El CEF consciente de la importancia de formar especialistas en la gestión y motivación de las personas dentro de las organizaciones, ha diseñado el Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos, un completo programa formativo donde aprender a planificar, gestionar y desarrollar los Recursos Humanos de una empresa en su dimensión psicológica, jurídica y empresarial.

José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero

áster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos - RR. HH.