Aguanta la pedrada; resiliencia

Aguanta la pedrada; resiliencia

Nuestro saber popular, heredero de una tradición rural y agrícola por excelencia, está plagado de dichos que refieren con certeza no pocas de las discusiones actuales del conocimiento empresarial. Suele decirse «aguanta la pedrada» en referencia a la capacidad del ser humano de reponerse a los males que le depara la fortuna, en el sentido de encajar con robustez los duros golpes del destino convirtiéndolos en fortaleza para continuar el camino en la búsqueda de lo que cada cual tenga por éxito.

Resiliencia es una de esas palabras de nuevo cuño que han surgido, como por arte de magia, tras la crisis económica que asoló el mundo civilizado en 2008. Vendría a definirse como la capacidad de sobreponerse ante la adversidad utilizando su fuerza destructora en energía positiva para la recuperación en pos de una nueva etapa de bonanza.

El primer psicólogo que empleó este término fue John Bowlby, el creador de la teoría del apego, pero fue Boris Cyrulnik, psiquiatra, neurólogo, psicoanalista y etólogo, el que dio a conocer el concepto de resiliencia en el campo de la psicología en su best seller Los patitos feos.

La resiliencia, como habilidad personal, está íntimamente relacionada con la tolerancia al error, indispensable en la nueva era del llamado conocimiento líquido, en el que la taxatividad y cerrazón conceptual del pasado, dan paso a la apertura mental y flexibilidad que se requieren en entornos de incertidumbre y cambio constante.

Es un hecho que una de las barreras que separan la mentalidad anglosajona, paradigma de los negocios modernos, de la latina, es precisamente la tolerancia al error como fuente de aprendizaje. Mientras que en la era fabril la obediencia ciega al superior no daba lugar a errores, en la actualidad se viene reconociendo que para mejorar hay que cambiar y eso pasa por reconocer y enmendar los propios errores, y permitir que nuevos se produzcan durante el proceso de innovación.
Por tanto, la resiliencia se posiciona como valor esencial en la nueva era de la «liquidez» como base para lo que de traumático, por tratarse de ruptura con la fase anterior, tiene todo cambio de los muchos que se están produciendo en esta era de la posmodernidad.

Curso de Mindfulness en el Trabajo

Entre los hábitos aconsejables para quien pretenda mejorar esta habilidad están el control de las emociones, la humildad, la confianza en sí mismo, la positividad como práctica de extraer lo mejor incluso en y de los peores momentos, y como actitud de buen humor ante la adversidad de la vida.

Todos nos habremos encontrado con ese amigo que hace tiempo que no vemos, nos comenta que está en paro en una situación angustiosa, pero podemos comprobar que su buen ánimo no ha cambiado, de modo que nos hace parecer que fuésemos nosotros los que estamos en paro.

Esta y otras habilidades que conforman la llamada inteligencia emocional las abordamos en profundidad en nuestro Curso de Mindfulness en el trabajo.

Ricardo Seoane Royo
Abogado, asesor de compliance, estrategia e innovación