Despido silencioso: problemas para la empresa y señales para identificarlo

Despido silencioso: diagnóstico y problemas para la empresa. Imagen de tres mujeres, donde dos de ellas le hacen el vacío a una tercera

Después de varios años en la empresa, las perspectivas de futuro de Antonio eran buenas, era feliz en su trabajo, se le tenía en cuenta para proyectos importantes y en líneas generales cumplió con las expectativas para las que fue contratado.

Pero había algo que mejorar: su salario no se correspondía con las funciones que estaba realizando, así que se armó de valor y decidió solicitar un aumento.

Cundo salió del despacho de su jefe, lo hizo contento, pensó que su solicitud sería tenida en cuenta, ya que su jefe le dijo que estudiarían su solicitud con interés.

El tiempo empezó a pasar y el aumento no llegaba, pero además empezaron a pasar algunas cosas  extrañas. Su carga de trabajo disminuía, no le asignaban nuevos proyectos y se quedaba fuera de reuniones a las que antes acudía.

Siguió pasando el tiempo y el estado anímico de Antonio se empezó a resentir, empezó a cuestionarse su profesionalidad, repasaba en su cabeza si estaría haciendo las cosas mal y, antes de seguir cayendo en el pozo, decidió armarse de valor y pedir el finiquito.

Cuando le contó a un amigo psicólogo que había cambiado de trabajo y lo que le había pasado en el anterior, este le dijo que había sido víctima de un despido silencioso.

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¿Qué es el despido silencioso?

El despido silencioso es una forma de actuar de las empresas para desmotivar al trabajador y conseguir su renuncia voluntaria. En la mayor parte de las ocasiones, la empresa realiza determinadas acciones de forma voluntaria, aunque también puede darse el caso de que se haga de forma involuntaria y la empresa se encuentre con una renuncia inesperada de un trabajador. Por ejemplo, cuando no se valora de forma correcta el trabajo de un empleado.

También puede darse el caso de jefes que tienen el síndrome de Procusto y busquen la renuncia voluntaria de trabajadores competentes, por miedo a que puedan hacerles sombra.

En los casos en los que la empresa busca activamente que el trabajador abandone la empresa, pude ser por diferentes motivos:

  • Evitar tener que pagar una indemnización por despido improcedente. Este suele ser el principal motivo.
  • Reputación exterior. En el caso del despido de altos directivos, como el despido del CEO, puede dar mala imagen a la empresa de cara al exterior.
  • Reputación interior. Hay trabajadores que son muy valorados por sus compañeros, de forma que si la empresa los despide puede ver comprometida  su imagen con el resto de empleados.

Problemas que puede acarrear para la empresa el despido silencioso

Si despido silencioso es una práctica que se realiza de forma recurrente, los trabajadores ya conocerán el juego de la empresa, cuando les toque su turno. Algunos de los problemas que pueden acarrear las prácticas encaminadas a conseguir un despido silencioso son los siguientes:  

  • Bajada del rendimiento del trabajador. Un trabajador desmotivado no puede ser productivo.
  • Mal ambiente laboral. Los trabajadores afectados hablarán mal de la empresa a sus compañeros.
  • Denuncias por parte de los trabajadores por mobbing. Existe una barrera muy fina entre las prácticas del despido silencioso y el mobbing.
  • Problemas con los sindicatos. Los sindicatos combatirán estas prácticas.
  • Absentismo. Se pueden producir bajas por depresión de los trabajadores o por otras enfermedades.
  • Desmotivación del resto de la plantilla. Muchos trabajadores pueden sentir empatía con las víctimas de estas prácticas.
  • Pago de indemnizaciones por baja voluntaria del trabajador por modificaciones sustanciales de las condiciones laborales y por incumplimientos graves como el acoso moral. Si la empresa traspasa determinadas líneas rojas el trabajador puede solicitar la extinción del contrato de trabajo con derecho a indemnización.

La empresa debe evitar estas prácticas y si tiene que prescindir de un trabajador, lo mejor es intentar llegar con él a un acuerdo para la extinción del contrato o formalizar directamente el despido. Para evitar el despido silencioso involuntario, la empresa tiene que tener líderes en lugar de jefes que sepan lo que pasa en su equipo, realizar evaluaciones del desempeño y una adecuada valoración de los puestos de trabajo.

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¿Cómo identificar que se es víctima de un despido silencioso?

Algunas de las señales de que se puede estar sufriendo un despido silencioso pueden ser las siguientes:

  • No premiar al trabajador eludiendo recompensar su esfuerzo con reconocimiento y aumentos salariales.
  • No prestarle apoyo o hacerlo de forma mínima.
  • No facilitarle acceso a formación clave para su desempeño laboral y para poder promocionar dentro de la empresa.
  • Asignación de tareas muy por debajo o muy por encima de su cualificación.
  • Excluirlo de proyectos o reducir sus horas de dedicación a los mismos.
  • Quitarle responsabilidades.
  • Aislamiento social en la empresa.
  • No tener en cuenta su opinión y propuestas.
  • No tener nunca tiempo para escucharlo.
  • Reubicaciones del trabajador en puestos de menor responsabilidad.
  • No convocarle a reuniones de trabajo cuando antes asistía a ellas.

Si el trabajador es víctima de algunas de estas señales, su autoestima como profesional se resentirá y empezará a buscar una salida, que generalmente es una puerta que se abre en otra empresa o proyecto.

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José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-