La retribución salarial por el desempeño de un trabajo es el motor de la economía, ya que si los empleados no cobraran sus salarios el sistema se desplomaría. Pero el salario, tal y como lo conocemos hoy en día, asociado a diferentes tipos de prestaciones como la sanidad y las prestaciones de desempleo, es un invento relativamente reciente, ya que la primera vez que se legisla en España sobre protección social es en 1931, en el artículo 46 de la Constitución de la II República.
En la actualidad, la retribución constituye una de las funciones con mayor valor estratégico dentro de las empresas y las áreas de recursos humanos, pero en la antigüedad su importancia era más vital todavía, ya que la vida de emperadores, monarcas o nobles dependía en muchos casos de satisfacer salarios suficientes para que soldados o mercenarios les mantuvieran con la cabeza encima de los hombros.