Limitados para trabajar
Enviado por Editorial el Mié, 11/02/2015 - 10:38
Las secuelas de una enfermedad grave o de un accidente pueden suponer que no podamos seguir trabajando, o al menos, no en nuestro puesto de trabajo habitual. Para protegernos en esa situación está la prestación por incapacidad permanente.
Una enfermedad o un accidente graves pueden dejar secuelas que nos impidan seguir desarrollando con normalidad nuestra actividad laboral. Si después de haber recibido el tratamiento oportuno, un tribunal médico considera que no vamos a poder seguir desarrollando nuestro trabajo habitual, podemos tener derecho a una prestación de la Seguridad Social: la pensión por Incapacidad Permanente (IP).









