La OIT presenta la 7a edición de los “Indicadores Clave del Mercado de Trabajo” (KILM)

La OIT presenta la 7a edición de los “Indicadores Clave del Mercado de Trabajo” (KILM)

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado la 7a edición de su emblemático informe “Indicadores Clave del Mercado de Trabajo” (KILM, por su acrónimo en inglés), que consta de 18 indicadores sobre empleo y trabajo decente basados en los últimos datos disponibles en más de 200 países, zonas o territorios del mundo.

Un nuevo elemento fundamental de esta 7a edición de los KILM es que incluye la primera base de datos con cifras nacionales sobre trabajadores pobres. La base de datos fue confeccionada a partir de información proveniente de 54 países, disgregada por grupos de edad y sexo. La base de datos presenta nuevas cifras globales sobre las personas que trabajan pero que viven (junto con sus familias) con menos de menos de 1,25 dólares estadounidenses y 2 dólares por día por persona, lo cual define el umbral de pobreza extrema y pobreza, respectivamente (ver más abajo).

Como en ediciones anteriores, los KILM de este año contienen datos sobre desempleo, tasas de participación de la fuerza laboral, situación en el empleo, empleo por sector, trabajadores a tiempo parcial, empleo juvenil, nivel de educación y analfabetismo, y pobreza y distribución del ingreso, entre otros. Además, por primera vez, contiene dos nuevos indicadores: salarios mensuales promedio y empleo por ocupación.

Desde 1999, los KILM han sido considerados una herramienta de investigación multifuncional – es decir, contiene una publicación impresa, un software interactivo (CD-ROM) y una base de datos en línea – indispensables para supervisar y evaluar la situación actual del mundo del trabajo. Es también una fuente de datos nacionales que permite medir los progresos alcanzados hacia el logro del Objetivo de Desarrollo del Milenio 1b: “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, incluidos las mujeres y los jóvenes”.

Además del conjunto de indicadores tradicionales, esta edición contiene tres secciones analíticas: La sección titulada “Los trabajadores en el mundo: Introducción de nuevos cálculos utilizando datos de encuestas por hogares” se concentra específicamente en los trabajadores pobres, uno de los cuatro indicadores escogidos para el seguimiento del ODM1. La sección “Igualdad de género, empleo y trabajo a tiempo parcial en las economías desarrolladas” analiza el empleo a tiempo parcial como una variable de igualdad entre los sexos en el mercado laboral. Mientras que la sección “Análisis del mercado laboral de Brasil basado en datos de los KILM y datos nacionales” muestra cómo los diferentes indicadores contenidos en el informe pueden ser utilizados para describir la historia del mercado laboral en un determinado país.

Las principales conclusiones de la 7a edición de los KILM incluyen:

  • A nivel mundial, el número estimado de trabajadores pobres con más de 15 años que viven con menos de 1,25 dólares al día disminuyó de 874 millones en 1991 a 476 millones en 2010, mientras que los que viven con menos de 2 dólares al día descendió de 1.250 millones a 942 millones. Sin embargo, si se excluye China de las cifras globales, el escenario mundial se revela mucho menos alentador. En ese caso, el número de trabajadores pobres que viven por debajo del umbral de la pobreza de 1,25 dólares al día disminuyó en sólo 23 millones, de 437 millones en 1991 a 414 millones en 2010. Por otro lado, si se excluye a China, el número de trabajadores pobres que viven por debajo del umbral de la pobreza dos de dólares al día aumentó durante el mismo período, de 697 millones a 794 millones en el mundo.
  • Debido en gran parte a la rápida reducción de la pobreza en China, Asia Oriental es la región que ha alcanzado mayores progresos en la reducción de la pobreza durante las dos últimas décadas, mientras que África Subsahariana y Asia Meridional representan en la actualidad una proporción mucho mayor de trabajadores pobres en comparación con 1991. En 2010, más de la mitad de los trabajadores pobres vivían en Asia Meridional (frente a menos de un cuarto en 1991), y otro 25 por ciento de los trabajadores pobres vivía en África Subsahariana (frente a sólo 10 por ciento en 1991).
  • La crisis económica mundial ha tenido un impacto considerable en el crecimiento mundial de los salarios. Mientras que los salarios crecieron a una tasa promedio de 2,7 por ciento en 2006 y 2,8 por ciento en 2007, el crecimiento mundial de los salarios se redujo a 1,5 por ciento en 2008 y 1,6 por ciento en 2009. Si se excluye a China de la ecuación, los salarios crecieron a un ritmo mucho menor (por debajo de 1 por ciento en 2008 y 2009).
  • En el momento más álgido de la crisis (2009), la tasa de desempleo de larga duración aumentó en 29 de los 40 países para los cuales existen datos disponibles. En 2010, la situación empeoró aún más y la tasa de desempleo de larga duración creció en todos los países excepto cuatro: Alemania, Israel, República de Corea y Turquía. Los incrementos más drásticos se registraron en Estados bálticos, España e Irlanda.
  • En la mayoría de los países, las tasas de desempleo juvenil son entre dos y tres veces superiores que las de los adultos. En algunos países, como ciertas regiones de Asia, África del Norte y el Oriente Medio, son hasta cinco veces más grandes, con tasas de desempleo juvenil que con frecuencia superan el 18 por ciento.
  • Los jóvenes entre 15 y 24 años representan cerca de 23,5 por ciento de los trabajadores pobres en los países para los cuales hay datos disponibles, mientras que los jóvenes constituyen sólo 18,6 por ciento de los trabajadores no pobres. Esto significa que los trabajadores jóvenes constituyen una proporción muy grande de los trabajadores pobres del mundo.
  • En la mayoría de los países con datos disponibles, los trabajadores con educación primaria constituyen la última categoría de desempleados. Sin embargo, en algunas economías de bajos ingresos, los trabajadores con educación secundaria y superior tienen tasas de desempleo más altas que trabajadores que sólo cuentan con educación primaria.
  • La relación empleo-población (la proporción de la población en edad de trabajar que está empleada) es superior para los hombres que para las mujeres en prácticamente todos los países. A pesar de que esta distancia se ha reducido en casi todas las regiones, a nivel mundial la proporción de hombres en edad de trabajar que está empleada continúa siendo 23,7 puntos porcentuales más alta que la proporción correspondiente de mujeres en edad de trabajar.
  • Durante décadas, la mayor productividad laboral, medida como el PIB por persona empleada, se ha registrado en Estados Unidos. Sin embargo, más de la mitad (68 de 121) de los países con datos disponibles lograron un crecimiento más rápido de la productividad laboral que Estados Unidos durante el mismo período de 2000 a 2010.

La información y el análisis relativos al mercado laboral deben ser considerados como el punto de partida para elaborar las estrategias integrales dirigidas a promover el empleo productivo, las normas y los principios y los derechos fundamentales en el trabajo, la protección social y el diálogo social, así como para abordar los temas transversales de género y desarrollo. Esta es la función de los KILM.

ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO