Pensionista y trabajador

Pensionista y trabajador

Un grupo de expertos ha firmado un trabajo en el que abogan por la compatibilidad de trabajo y pensión. La investigación, financiada por el Fondo de Investigación de la Protección social (FIPROS), propone un modelo por el que los ingresos procedentes de la pensión disminuyan progresivamente a medida que se incrementen los procedentes del trabajo.

El trabajo “Análisis de la compatibilidad de prestaciones del sistema de seguridad social y el trabajo, balance y propuestas de reforma” apuesta por un cambio en la legislación que posibilite seguir trabajando y cobrar una pensión de jubilación o por invalidez. Ésa es la principal conclusión arrojada por la investigación encabezada por Jesús R. Mercader Uguina.

Habría que modificar la normativa para definir un régimen de compatibilidad entre el trabajo y la pensión, bien de jubilación o por invalidez. Pero ¿cuánto se cobraría? Se produciría una disminución progresiva de la cuantía de la pensión a medida que se incrementasen los ingresos por estar trabajando. La clave, señalan los responsables de este trabajo, es que la disminución de la prestación sea progresiva, sin saltos.

También proponen reformar la incapacidad permanente y la temporal, para que se pudieran hacer compatibles con la realización de alguna actividad laboral.

Por otra parte, proponen rediseñar la incapacidad permanente como una renta de transición que tenga por objetivo la reinserción laboral y que se extinga una vez logrado esto. En este aspecto, son tajantes. “El sistema de pensiones no debería impedir la compatibilidad entre el trabajo y las pensiones de invalidez, pues tal regla disuade al beneficiario de este tipo de prestaciones de su inserción en el mercado laboral”. También en este caso consideran que habría que modular el importe de la prestación en función de los ingresos de activo.

En cuanto a la incapacidad temporal, el informe pone sobre la mesa que debe hacerse lo posible para que se mantenga la actividad laboral durante la enfermedad o lesión, si la patología lo permite. El médico sería el encargado de valorar si el trabajador puede desempeñar su labor y en qué medida. Así, quizá algunas adaptaciones en su actividad laboral podrían ser suficientes para no pasar la baja en casa (por ejemplo, una reducción de jornada o un cambio de puesto).

En paralelo, se propone la creación de una prestación de ayuda temporal al transporte para quien tenga dificultad para desplazarse debido a su enfermedad.

REVISTA ACTIVA.-SEGURIDAD SOCIAL.