Un nuevo acto del «Gran Teatro» de la Reforma Laboral 2010: una reforma «para reformar» o de la «galería de los disparates»

Con la aprobación de la Ley 35/2010, de 17 de septiembre, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo, tramitada en el Parlamento con una extremada precipitación, lejos de llegar a ningún punto en el cambio del modelo de relaciones laborales y en la promoción de un nuevo modelo productivo, ambos útiles para generar empleo y de más calidad, se abre un horizonte incierto. La Ley introduce una reforma que, además de incoherente en muchos puntos, se neutraliza a sí misma al quedar condicionada a una infinidad de reformas de desarrollo, reglamentarias sí, pero también legislativas. Por lo tanto, el riesgo de ineficacia y, lo que es peor, de parálisis, al tiempo que de incremento de la conflictividad, que la versión parlamentaria de la reforma genera, se multiplica respecto de la versión gubernamental de la misma.

 

D. Cristóbal Molina Navarrete
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Jaén


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RTSS. CEF. NÚM. 331 (octubre 2010)

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Con todo, la visión dicotómica, radicalmente enfrentada, que hace una lectura puramente ideológica de la reforma, bien por sus excesos de liberalización –crítica de los juristas y economistas “progresistas” - bien por su insuficiencia flexibilizadora y de reducción de costes –crítica de los economistas liberales y de los sectores financieros-, no responde a la estricta realidad de la Ley. En ella hay más diversidad de la que nos cuentan o nos quieren hacer ver. De ahí la necesidad de análisis más ponderados.

Con este estudio el autor no trata de tranquilizar, más bien al contrario. Pero sí de evitar una comprensión reductora de una reforma que, ineficaz para conseguir sus objetivos básicos –la creación de empleo de calidad-, sí abre nuevas posibilidades para avanzar en cambios significativos, incluso de mejora de los derechos sociales, como los relativos a la formación profesional, a la recolocación, a la empleabilidad, a la igualdad. No obstante, también promueve grandes tormentas en instituciones clave de las relaciones laborales, como el despido objetivo por absentismo, o en las diversas formas de despidos económicos. Por eso, en este estudio se trata de dar una visión de conjunto, pero articulada, de las principales novedades, adscribiéndolas a un motivo u otro de política del derecho, de modo que se pueda entender mejor el sentido global de la reforma y también el de cada uno de los cambios parlamentarios. A partir de ahí será más fácil encontrar las soluciones aplicativas, cuando las haya claro.