Editorial. Remunicipalización (transparente o encubierta) de servicios, sucesión (convencional) de plantilla e ¿indefinidos no fijos?: «tres dolores de cabeza comunitarios en uno» para el Tribunal Supremo

1. Nuevo poder político municipal, ¿incómodos imperativos comunitarios de gestión directa del personal laboral o nuevas oportunidades para la remunicipalización de servicios públicos? Finalizado el proceso electoral que tanta atención mediática ha suscitado, el 15 de junio de 2019 quedaron constituidos los Gobiernos de más de 8.000 corporaciones locales de toda España, nivel de gestión público-administrativa considerado el de mayor proximidad a la ciudadanía. Al margen de las cuestiones políticas, sobre las diversas –incluso contradictorias– expectativas ciudadanas creadas por la tensión continuidad-discontinuidad de unos Gobiernos y otros de diferente signo, así como las eventuales sorpresas que hayan podido suscitarse en cada lugar, aspectos fuera de nuestro juicio de actualidad sociolaboral, entre las cuestiones de mayor trascendencia en esta nueva andadura de los Gobiernos municipales está el impacto que tendrán para las expectativas ciudadanas ocupacionales (oportunidades de empleo) y laborales (promoción profesional) asociadas al cambio. Al respecto, es evidente que tanto la eventual cesión del bastón de mando municipal cuanto la posible mutación de políticas de gobierno corporativo local tendrán gran incidencia en la gestión de personal, en general, y de personal laboral, el que aquí más interesa, en particular.

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