Mensaje del Director General de la OIT
La recuperación económica mundial está en un equilibrio inestable. Para inclinar la balanza a favor del crecimiento y el desarrollo sostenibles es necesario hacer frente a la injusticia social. Las palabras que mejor transmiten mi mensaje son las que figuran en la Constitución de 1919 de la OIT: “La paz permanente sólo puede basarse en la justicia social”.
Hoy existe una sensación generalizada de profunda injusticia en la que se está pidiendo a los más débiles que hagan los mayores sacrificios. La justicia social tiene un carácter multidimensional; sin embargo, al igual que a finales del siglo XIX, el mundo del trabajo es hoy el núcleo del descontento y debe formar parte integrante de la solución, configurando un orden mundial diferente y más justo para el futuro.
El modelo de globalización impulsada por las finanzas que dio lugar al colapso financiero de 2008 ha dejado a su paso un desempleo masivo, subempleo y reducciones de los salarios y las prestaciones sociales en muchos países. Esto ha creado un panorama mundial desolador: